Sebastião Salgado revisita, con la perspectiva que ofrece el paso del tiempo, el trabajo que le consagró como fotógrafo de realidades incómodas que convierte en arte: Serra Pelada, aquel impresionante hormiguero de trabajadores atraídos a la Amazonia brasileña por una fiebre del oro que fotografió en 1986. Las imágenes en blanco y negro de decenas de miles de hombres cargando sacos, empapados, borrachos con el sueño de hacerse ricos causaron gran impacto. El fotógrafo brasileño, de 75 años, reúne ahora 56 fotografías (31 de ellas inéditas) en la exposición Gold, Mina de Ouro, Serra Pelada, comisariada por su esposa, Lélia Wanick Salgado, y recién inaugurada en São Paulo. La muestra tiene una versión en libro para el público en general y otra para coleccionistas, ambas editadas por Taschen.